El antiguo libro de Gita, que es el tratado sobre los vivos, ha provocado un gran énfasis en el karma. El karma se define como la acción y sus frutos. Los antiguos santos hindúes han creído que la vida de un hombre es el resultado directo de su karma. Los buenos pensamientos, palabras y hechos conducen a una vida buena y feliz, mientras que los malos pensamientos, palabras y hechos llevan a una persona al desastre. Esto ha sido postulado en el siglo XVIII por Isaac Newton, quien dio su ley como “Por cada acción hay una reacción igual y opuesta”.
La rama del yoga que se ocupa del karma se denomina karma yoga. Por lo general, estás atado por los antojos y los deseos asociados con tu acto, pero puedes liberarte haciendo el acto pero disociándote de sus consecuencias. Este es el concepto básico detrás del karma yoga y la persona que sigue este camino se conoce como karma yogi. Su comportamiento es de indiferencia y aunque el mundo pueda pensar que no está interesado, en realidad ha dominado sus deseos y ha desarrollado la conciencia del significado real de los eventos que ocurren a su alrededor.
Este yoga implica cumplir con tu deber sin reservas pero está libre de las ansias de los resultados que se obtienen del acto. Esta actitud es difícil de adquirir porque se nos enseña a anhelar los frutos de nuestro trabajo y cualquier fracaso en obtener los resultados deseados te lleva a la frustración y al pensamiento negativo. Además, el apego constante a los resultados te lleva al estrés, la competencia y la agresividad. Esto ha provocado un aumento de la incidencia de estrés, diabetes, depresión, enfermedades cardíacas y suicidios y ha llevado a muchos jóvenes a consumir drogas, alcohol y cigarrillos. Por lo tanto, seguir la enseñanza de Krishna en Gita, donde le aconseja a Arjun: “Tienes derecho a una acción, pero no a sus frutos”, te llevará a una vida feliz y libre de estrés.
Un karma yogui se da cuenta de esto y, por lo tanto, sigue el camino del desapego. Pero esto no lo vuelve aburrido o ineficiente. Por el contrario, canaliza toda su energía en las tareas que tiene entre manos con total vigor, ya que su energía no se disipa y da el mejor tiro. De ahí que los resultados de sus acciones sean los mejores y obtenga buenos frutos. No corre tras el placer, sino que el placer le sigue. Esto lo convierte en una persona agradable para estar cerca y, por lo tanto, disfruta del éxito en su vida.