La Balasana, conocida como la Postura del Niño, es una asana de relajación profunda que te invita a regresar a un estado de calma y quietud. Esta postura es especialmente efectiva para liberar la tensión acumulada en la espalda, los hombros y el cuello, y para fomentar un sentido de seguridad y protección. En este artículo, exploraremos cómo realizar la Balasana y los beneficios que aporta a tu bienestar mental y físico.
Ejecución de la Balasana
- Arrodíllate: Comienza arrodillado en la esterilla, con los dedos de los pies juntos y las rodillas separadas.
- Inclinación hacia Adelante: Inclina el torso hacia adelante y coloca la frente en el suelo, entre las rodillas.
- Estiramiento de Brazos: Estira los brazos hacia adelante, manteniendo las manos en el suelo o ligeramente hacia adelante de la cabeza.
- Relajación de Espalda y Hombros: Relaja la espalda, los hombros y el cuello mientras permites que la gravedad haga su trabajo.
Beneficios de la Balasana
- Relajación Profunda: La Balasana es una postura de descanso que induce una relajación profunda en el cuerpo y la mente.
- Estiramiento de Espalda: La posición de la espalda estirada ayuda a aliviar la tensión en la columna vertebral.
- Apertura de Caderas: Al separar las rodillas, esta postura suelta los músculos de la cadera.
- Calma Mental: La posición fetal de esta asana puede proporcionar una sensación de seguridad y calma, al recordar la posición cómoda del útero.
La Balasana es una invitación a desconectar, a soltar el estrés y a volver a conectarte contigo mismo. Practicar regularmente esta postura puede llevar a una mayor tranquilidad y un mayor equilibrio en tu vida diaria.