La meditación energética es solo una forma de meditación espiritual que puedes usar.
Esta forma de meditación se centra en cómo todo está compuesto de energía. Ya sea que esté meditando solo o esté participando en una meditación guiada dirigida por un instructor, esta forma de meditación es liberadora para la mente y el alma.
Los beneficios de la meditación energética van más allá de lo que podemos hacer por nosotros mismos emocional y físicamente en la vida diaria. Al utilizar esta forma de meditación, desarrollaremos la autoconciencia, un mayor nivel de comprensión de las personas y los objetos que nos rodean y una mejor apreciación de la vida en general.
Además, existen recompensas físicas que son igualmente beneficiosas. Su nivel de estrés bajará. Su presión arterial bajará. Su frecuencia cardíaca disminuirá. ¡Te sentirás liberado y libre!
Una sesión rápida
Antes de participar en una meditación energética, debemos permitirnos sentir compasión por todos y todo lo que nos rodea. Esto incluye tanto a los seres vivos como a los objetos no vivos.
Diga cosas como ‘que todos sean felices’ o ‘que todas las criaturas de Dios encuentren la felicidad en la tierra’. Agradece a Dios por todo lo que tienes.
Provocar pensamientos positivos tranquilizará tu mente y ayudará a que el proceso de meditación fluya sin problemas. Una vez que tengas la mente en reposo, centra tu atención en todo lo que te rodea.
Piense en todo como energía. Las personas, los objetos, los animales y todas las estructuras físicas de la tierra deben considerarse formas de energía. Imagínese todas estas cosas convirtiéndose en energía y creando un campo de energía a su alrededor.
Empiece de afuera hacia adentro. Una vez que su campo de energía externo se haya establecido, puede concentrarse en su cuerpo. Imagina tu cuerpo como energía (tu piel, tus órganos, todo).
Una vez que haya logrado el equilibrio perfecto entre el yo y el entorno, permanezca en su estado meditativo durante unos veinte o treinta minutos. Antes de detener la meditación energética, deje que su mente se transforme a sí mismo y a su entorno en forma física.