Enfermedad de Parkinson

Descrita por primera vez como “ parálisis temblorosa ” la enfermedad que ahora lleva su nombre, la ciencia médica hasta ahora no ha podido desentrañar la causa o causas de la mayoría de los casos de Parkinson o idear una cura. No obstante, se ha logrado un progreso espectacular en el tratamiento de la enfermedad, que se sabe que aflige a aproximadamente medio millón de estadounidenses mayores, o una persona de cada 100 mayores de 50 años. Esta cifra no incluye los incontables miles con síntomas de la enfermedad que no son graves. suficiente para incitarlos a buscar un diagnóstico. Pero el diagnóstico temprano es importante.

 

El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson se basa en los síntomas del paciente y el desempeño en ciertas pruebas neurológicas y neuropsicológicas, además de descartar otras posibles causas de esos síntomas. Algunos casos de lo que los médicos llaman parkinsonismo son causados ​​por fármacos potentes utilizados en el tratamiento de la esquizofrenia y otras enfermedades psiquiátricas o son el resultado de una intoxicación por manganeso.

 

A través de medicamentos, regímenes de ejercicio y consejos sobre medidas de vida adaptativa, el tratamiento moderno puede prevenir o reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson, lo que permite a los pacientes llevar una vida plena y activa durante años después del diagnóstico y, a menudo, durante el resto de sus vidas porque la mayoría de sus víctimas son mayor. Sin embargo, las últimas etapas de la enfermedad pueden dejar a los pacientes vulnerables a la neumonía, los coágulos de sangre y las infecciones en todo el cuerpo que pueden ser fatales.

 

El yoga tiene un papel importante en el manejo del Parkinson, ya que ha surgido como una terapia alternativa beneficiosa y una forma ideal de ejercicio para los pacientes de Parkinson debido a sus movimientos lentos. Seguir los pasos que se mencionan a continuación podría ayudar eficazmente a las personas con Parkinson:

 

Concéntrese en controlar su respiración (Pranayama), ya que esta forma de yoga ayuda en los momentos de pánico, como los pies que se pegan al suelo al caminar.

 

En esta forma de yoga, la mente siempre está alerta.

 

Pocos ejercicios de yoga como posturas para fortalecer la espalda, muchos movimientos de hombros, prácticas de respiración y algo de meditación definitivamente ayudan.

 

Una de las formas de yoga más útiles que se utilizan para el Parkinson es Ashtanga Yoga. Trabaja para fortalecer el cuerpo y aumenta la circulación sanguínea.

 

La práctica diaria de yoga es esencial ya que el Parkinson en sí no necesariamente debilita los músculos. El debilitamiento de los músculos generalmente se debe a la falta de movimiento. Se debe fomentar la práctica diaria, pero no lo suficiente como para causar fatiga.

 

El Parkinson también provoca la pérdida de movimiento de los músculos faciales. El pranayama y otros movimientos de yoga podrían ayudar a relajar esos músculos y hacer sonreír al paciente.