Presión arterial alta (hipertensión)

Para controlar su hipertensión, existen dos ejercicios de yoga efectivos que ayudan a reducir la presión arterial:

Yoga invertido

El yoga invertido invierte la acción de la gravedad sobre el cuerpo. Los cambios más profundos provocados por el Yoga Invertido están en circulación. En posición es invertidas, las piernas y el abdomen se colocan por encima del corazón.

Alargar las piernas y mantenerlas muy activas para que la columna se abra y todo el cuerpo participe activamente en la postura.

Una de las razones de esto es simplemente porque la fuerza de gravedad se invierte y el retorno venoso se vuelve significativamente mayor.

Normalmente, los músculos de la pantorrilla y otros músculos esqueléticos de las extremidades inferiores deben contraerse para bombear sangre no oxigenada y los desechos de regreso al corazón a través de las venas.

Beneficios de las posiciones invertidas

  • La gravedad hace que la sangre fluya fácilmente por las venas y esto reduce la presión arterial en los pies al mínimo. En efecto, esto le da a los músculos esqueléticos la oportunidad de descansar.
  • Aumenta el drenaje de sangre y desechos de la parte inferior del cuerpo hacia el corazón y se alivian trastornos como las venas varicosas y los tobillos hinchados.

Respiración rítmica

Es hora de aprender a respirar, porque inhalar y exhalar tiene el poder de nutrir el cuerpo y calmar la mente.

No bastará con cualquier respiración antigua. Si usted es como la mayoría de las personas, respira superficialmente, contrae el estómago cuando inhala y nunca vacía sus pulmones de dióxido de carbono cuando exhala.

Aquí está la explicación fisiológica: las respiraciones largas y lentas son más eficientes que las cortas y rápidas.

Para respirar bien, los pulmones primero deben estar básicamente vacíos. Por tanto, la clave para una respiración eficaz radica en exhalar por completo. Una exhalación completa comienza con la parte superior del tórax, continúa hasta la parte media del tórax y termina tensando los músculos abdominales.

Solo después de una buena exhalación puede inhalar una buena bocanada del aire rico en oxígeno que su sangre necesita para nutrir las células.