Yoga y deportes: esquí

Es increíble lo que hace el yoga para esquiar. La gente puede esquiar todo el día y mucho mejor.

El acondicionamiento antes de salir a las pistas puede aumentar la seguridad y el disfrute del deporte. La mayoría de las lesiones de esquí ocurren temprano en el día cuando los músculos están tensos y el entusiasmo es alto, y al final del día cuando los músculos están debilitados y la técnica es deficiente.

Un simple ejercicio de yoga llamado postura incómoda puede aumentar su fuerza, equilibrio y concentración, lo que hará que la temporada de esquí sea más gratificante.

Consta de tres variaciones que se realizan de forma secuencial.

Para comenzar, párese con los pies separados, aproximadamente al ancho de los hombros, a una distancia uniforme (aproximadamente seis pulgadas) entre los talones y los dedos de los pies. Extienda los brazos frente a usted paralelos al piso con los hombros presionados hacia abajo y lejos de la cabeza. Mantenga la parte superior del cuerpo fuerte y firme en esta posición.

Doble las rodillas y vuelva a colocar el peso en los talones, empujando las nalgas detrás de usted. Cuando la parte superior de los muslos esté paralela al suelo y los brazos, mantén la postura. Los pies deben mantenerse paralelos y las rodillas solo deben estar separadas al ancho de los hombros.

Una buena forma de pensar en adoptar esta postura es imaginar que está sentado en una silla invisible inclinándose hacia atrás para llevar la columna y los hombros contra el respaldo de la silla. Los músculos del brazo se contraen, el abdomen se mantiene tenso y su respiración debe ser normal. Mantén la pose durante 20 segundos. Levántate.

La segunda parte de esta serie es similar a la primera. Mantenga la parte superior del cuerpo igual que antes y párese derecho sobre las puntas de los pies, de pie lo más alto posible con los arcos presionados hacia adelante. Para mantener los tobillos fuertes y rectos, presione hacia abajo con cada dedo gordo del pie. Ahora, dobla las rodillas nuevamente manteniendo la columna recta y detente cuando los cuádriceps estén paralelos al piso. Mantén esta postura durante 20 segundos. Levántate. Encontrarás esta segunda pose un poco más difícil.

En tercer lugar, asuma la misma pose básica con la parte superior del cuerpo firme y fuerte. Nuevamente, doble lentamente las rodillas y esta vez siéntese completamente sobre los talones. Ahora presione las rodillas juntas y mantenga el cuerpo quieto. Los cuádriceps están de nuevo al nivel del suelo y la columna vertebral está recta. Sostenga nuevamente por 20 segundos. Levántese de la postura lentamente, baje los talones y relájese. No olvides hacer una segunda serie de las tres poses.

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