La meditación se refiere a un estado en el que su cuerpo y su mente están conscientemente relajados y enfocados. Los practicantes de este arte informan una mayor conciencia, enfoque y concentración, así como una perspectiva más positiva en la vida.
La meditación se asocia más comúnmente con monjes, místicos y otras disciplinas espirituales. Sin embargo, no es necesario ser monje o místico para disfrutar de sus beneficios. Y ni siquiera tienes que estar en un lugar especial para practicarlo. ¡Incluso podrías probarlo en tu propia sala de estar!
Aunque existen muchos enfoques diferentes de la meditación, los principios fundamentales siguen siendo los mismos. El más importante de estos principios es el de eliminar pensamientos y fantasías obstructivos, negativos y errantes, y calmar la mente con un profundo sentido de concentración. Esto despeja la mente de escombros y la prepara para una actividad de mayor calidad.
Se dice que los pensamientos negativos que tienes sobre vecinos ruidosos, compañeros de oficina mandones, esa multa de estacionamiento que recibiste y el spam no deseado contribuyen a la ‘contaminación’ de la mente, y dejarlos fuera permite la ‘limpieza’ de la mente, por lo que que pueda enfocarse en pensamientos más profundos y significativos.
Algunos practicantes incluso bloquean todas las entradas sensoriales, sin imágenes, sin sonidos y sin nada que tocar, y tratan de separarse de la conmoción que los rodea. Ahora puede concentrarse en un pensamiento profundo, profundo, si ese es su objetivo. Puede parecer ensordecedor al principio, ya que todos estamos demasiado acostumbrados a escuchar y ver cosas constantemente, pero a medida que continúe este ejercicio, se dará cuenta de que se está volviendo más consciente de todo lo que le rodea.
Si encuentra que las posiciones de meditación que ve en la televisión amenazan a aquellos con espaldas increíblemente arqueadas y contorsiones de aspecto doloroso, no debe preocuparse. El principio aquí es estar en una posición cómoda propicia para la concentración. Esto puede ocurrir mientras está sentado con las piernas cruzadas, de pie, acostado e incluso caminando.
Si la posición le permite relajarse y concentrarse, ese sería un buen punto de partida. Al estar sentado o de pie, la espalda debe estar recta, pero no tensa ni tensa. En otras posiciones, el único no-no es encorvarse y quedarse dormido.
La ropa holgada y cómoda ayuda mucho en el proceso, ya que la ropa ajustada tiende a asfixiarte y hacerte sentir tenso.
El lugar donde realiza la meditación debe tener una atmósfera relajante. Puede ser en su sala de estar, en su dormitorio o en cualquier lugar en el que se sienta cómodo. Es posible que desee una colchoneta de ejercicios si planea asumir las posiciones más desafiantes (si se siente más concentrado al hacerlo y si el contorsionista en estás gritando por la liberación). Es posible que desee organizar el lugar de manera que sea relajante para sus sentidos.
El silencio ayuda a la mayoría de las personas a relajarse y meditar, por lo que es posible que desee un lugar tranquilo y aislado, lejos del timbre del teléfono o del zumbido de la lavadora. Los aromas agradables también ayudan en ese sentido, por lo que abastecerse de velas aromáticas tampoco es una mala idea.
Los monjes que ves en la televisión haciendo esos monótonos sonidos en realidad están ejecutando su mantra. Esto, en términos simples, es un credo breve, un sonido simple que, para estos practicantes, tiene un valor místico.
No es necesario realizarlo; sin embargo, valdría la pena notar que concentrarse en acciones repetidas como respirar y tararear ayuda al practicante a entrar en un estado superior de conciencia.
El principio aquí es el enfoque. También puedes intentar enfocarte en un determinado objeto o pensamiento, o incluso, mientras mantienes los ojos abiertos, enfocarte en una sola vista.
Un ejemplo de rutina sería, mientras estás en un estado meditativo, nombrar silenciosamente cada parte de tu cuerpo y enfocar tu conciencia en esa parte. Al hacer esto, debe ser consciente de cualquier tensión en cualquier parte de su cuerpo. Visualice mentalmente la liberación de esta tensión. Funciona de maravilla.
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En general, la meditación es una práctica relativamente libre de riesgos y sus beneficios bien merecen el esfuerzo (o no el esfuerzo, recuerde que nos estamos relajando).
Los estudios han demostrado que la meditación produce efectos fisiológicos beneficiosos para el cuerpo. Y ha habido un consenso creciente en la comunidad médica para estudiar más a fondo los efectos de los mismos. Así que empieza ahora a crear tu salud y bienestar … ¡empieza a meditar hoy!