Yoga: tres razones por las que no debes hacer Locust

Langosta – (Salabhasana)

Cuando se demuestra esta pose, se asemeja a una langosta (saltamontes) moviendo sus extremos traseros hacia arriba y hacia abajo, de ahí el nombre.

La langosta es una de las asanas dobladas hacia atrás que generalmente se realizan en secuencia; primero se practica la Cobra, luego la Langosta seguida del Arco. La langosta es una postura que gira el cuerpo expandiendo el pecho para mirar al mundo. Es una asana muy estimulante, poderosa y dinámica, una de las posturas más exigentes pero también una de las más antinaturales del Hatha yoga.

La postura de la langosta requiere que los músculos de la espalda baja, el abdomen y las piernas trabajen entre sí para lograr el levantamiento en la parte inferior del cuerpo.
Antes de intentar el Locust completo, intente hacer la versión más fácil (Half Locust), que implica levantar solo un muslo a la vez en lugar de ambos simultáneamente.
Como principiante, es posible que no tenga la fuerza suficiente para hacer ningún movimiento de levantar los muslos, pero aún así se beneficiará del esfuerzo.
Como estudiante intermedio, podrá levantar las piernas más alto que el estudiante principiante, pero requerirá más fuerza en los brazos, antebrazos y hombros.
Como estudiante avanzado, debe tener cuidado de no lastimarse al caer de la postura tratando de lanzarse a la postura completa antes de desarrollar suficiente fuerza y ​​control.
Para mantener esta asana se necesita el intenso esfuerzo muscular de todo el cuerpo.

La langosta sirve como una pose contraria a la inclinación hacia adelante sentado (Paschimottanasana), el arado (Halasana) y el soporte de hombros (Sarvangasana), que doblan la columna hacia adelante.
Esta asana complementa enormemente a la Cobra (Bhujangasana), levantando la parte inferior del cuerpo en lugar de la superior, pero es una postura más difícil porque es menos natural y más extenuante levantar las extremidades inferiores (piernas) desde una posición boca abajo (acostado boca abajo) que levantar la cabeza y los hombros.

La langosta aporta una gran cantidad de sangre a los riñones, limpiándolos y regenerándolos. Fortalece los hombros, brazos, órganos pélvicos y músculos lumbares. Tonifica los músculos del abdomen, medias y piernas. Tonifica los nervios ciáticos proporcionando alivio a las personas con dolor de espalda, ciática leve y hernia discal (siempre que la afección no sea grave).

Por muy beneficioso que sea el Locust, hay algunas condiciones de salud en las que se debe evitar el Locust.

Tres razones importantes (entre muchas) para no hacer Locust:

1) Es mejor que una persona con presión arterial alta evite esta pose.

2) Como la asana ejerce mucha presión sobre el abdomen, es muy recomendable que las mujeres embarazadas no intenten esta asana.

3) Cualquier persona que sufra de úlcera péptica no debe hacer esta postura.

Publicado en interés de las personas que practican Hatha Yoga por Subodh Gupta, experto en yoga con sede en Londres.

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