¿Qué regalo nos han dado al escribir y compartir?
‘Cierra la puerta. Escribe sin que nadie te mire por encima del hombro. No trates de averiguar lo que otras personas quieren escuchar de ti. Averigua lo que tienes que decir. Es lo único que tienes que ofrecer’. – Barbara Kingsolver
Me encontré con esta cita y a menudo la he considerado cierta, no solo para los autores, sino también para diseñadores gráficos y de papelería. A menudo, se complacen a sí mismos y a los demás de manera dulce, generosa y preciosa, pero a veces les falta lo mejor: la autenticidad.
¿Cómo se relaciona nuestro llamado con lo que Dios nos ha dado?
Dios habita en nuestro corazón. Por lo tanto, nuestro llamado implica seguir las pasiones que Él ha puesto allí. No se trata de hacer felices a los demás, ni de satisfacer sus demandas, ni de responder a todas las solicitudes del universo. Si te sientes cansado o abrumado, puede que estés cargando un peso que Dios no quiso que llevaras. Es fundamental aprender a soltar lo que no es tu responsabilidad y confiar en que Dios hará el resto.
¿Qué rol juegan las experiencias difíciles en nuestra escritura?
Recientemente, descubrí un sitio web que casi gritaba con alegría la necesidad de apresurarse a escribir lo que Dios te ha dado para compartir. Pero me hizo preguntarme si la persona detrás de ese mensaje es consciente del poder que tiene para marcar la diferencia. Muchos han enfrentado tribulaciones personales, a veces horrendas, durante mucho tiempo. Es importante reconocer que estos tiempos difíciles pueden ser parte de un proceso más grande, donde podemos aprender sobre las necesidades de los demás y qué palabras pueden ser compartidas.
¿Cuál es la misión de los escritores en el mundo actual?
Dios dio escritores. Eso significa que, si eres escritor, eres un regalo y fue Dios quien decidió eso. No se trata únicamente de tus habilidades de escritura, sino de los deseos que hay en tu corazón. En el mundo hay un profundo dolor y desesperación, y durante esos momentos en que sientes que no tienes nuevas palabras para compartir, tu ‘semilla ya escrita’ puede ayudar a otros que aún no han llegado al mismo lugar espiritual que tú.
¿Cómo identificar las palabras inspiradas por Dios?
Cuando las palabras te llegan más rápido de lo que puedes escribirlas, esas son tanto palabras de Dios como lo es la Biblia. Es fundamental que reconozcas este flujo creativo como un regalo divino. Oro para que creas que es imposible escribir algo inferior cuando el Espíritu se está moviendo; Dios no produce nada de baja calidad.
¿Cuál es el impacto de compartir nuestras palabras?
Dios te ha dado palabras para compartir, que encontrarán a las personas donde están. Tienes una especie de ‘don de curación’ en medio de un mundo herido y cruel. Es esencial que reconozcas lo importante que eres, así como tu ministerio y tus semillas. Enfréntate a cualquier duda o temor y no permitas que nada te detenga en la búsqueda de tus pasiones.
¿Cómo multiplicar el impacto de nuestros escritos?
Las palabras inspiradas por Dios no son solo tuyas; pertenecen a Él. Compártelas dondequiera que surja una oportunidad, como si tu mensaje, por sí solo, pudiera cambiar el mundo entero, porque efectivamente puede. A través de Internet, tus escritos pueden multiplicarse de tal manera que solo Dios podrá contar cuántas vidas han sido tocadas por tu mensaje.
Ten presente que en este efecto dominó, se te ha brindado una gran oportunidad de liderar. ¡Qué regalo tan inmenso! Recuerda las palabras de Génesis 22:17: ‘Con bendición te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos’.
Así que escribe con pasión y autenticidad, y deja que tu voz resuene en el mundo. ¡El regalo que has recibido es invaluable!