¡Alto Ho! ¡Me voy a Yoga!
¿Alguna vez te has preguntado si podemos ser tan armoniosos como esos siete personajes de ficción en su camino hacia la mina, especialmente cuando sentimos dolor en la espalda? ¿Es posible obtener alivio o simplemente debemos soportar un día lleno de dolores y molestias mientras seguimos con nuestra rutina diaria?
Un artículo reciente en el sitio web ArgusLeader.com indica que el dolor de espalda es la segunda razón principal por la que las personas faltan al trabajo. Los conductores de camiones, por ejemplo, enfrentan el dolor de espalda de forma recurrente debido a la vibración constante de la columna mientras están detrás del volante. Asimismo, al levantar objetos pesados, como pacientes y niños, las enfermeras y padres corren un riesgo considerable. Según datos de OccupationalHazards.com, la enfermería se encuentra entre las diez ocupaciones con mayor incidencia de trastornos musculoesqueléticos relacionados con el trabajo, y se estima que entre el 12% y el 18% de las enfermeras dejan su profesión debido al dolor crónico de espalda.
Es evidente que la carrera que elijamos puede tener un efecto adverso en nuestra salud física. Ya sea que pasemos todo el día sentados frente a un escritorio con aire acondicionado, conduciendo un camión por la Ruta 66 o trabajando en una sala de emergencias de un hospital, el estrés en nuestro cuello y espalda es innegable. Entonces, ¿podemos tomarnos el tiempo necesario para sanar antes de que nuestros problemas se agraven? ¿Hay algo que podamos hacer para aliviar el dolor si ya está presente?
¿Qué es el Yoga?
El yoga es un sistema de ejercicios que se ha practicado durante miles de años con el objetivo de promover el control del cuerpo y la mente. Este antiguo arte no solo se enfoca en la fuerza física, sino que también busca equilibrar nuestra energía interior, lo que lo convierte en una herramienta poderosa para el bienestar general.
¿Por qué elegir Yoga?
El yoga puede ser una solución efectiva para aliviar y prevenir el dolor de espalda al mejorar la fuerza y la flexibilidad. Muchos practicantes pueden atestiguar que el yoga ofrece una curación efectiva, relativamente libre de efectos secundarios. Los movimientos lentos y las suaves presiones se dirigen a las articulaciones problemáticas, mientras que los estiramientos y los ejercicios de respiración profunda alivian la tensión muscular y ayudan a relajar las articulaciones. El yoga es, en esencia, una combinación de ejercicio y relajación.
¿Quién puede beneficiarse del Yoga?
Cada año, millones de personas sufren de dolor de espalda debilitante. Tanto el estrés agudo como el prolongado pueden generar tensión muscular y exacerbar los problemas de espalda. A pesar de los avances en la medicina occidental, las soluciones más comunes, como los analgésicos y la cirugía, a menudo no abordan las causas subyacentes del dolor y pueden tener efectos secundarios. La realidad es que no hay una solución única, ya que las causas del dolor varían ampliamente, desde artritis y ligamentos tensos hasta escoliosis y hernias discales.
¿Cómo ayuda el Yoga a controlar el dolor?
El yoga contribuye a reducir el dolor al facilitar que el cerebro regule la secreción de analgésicos naturales en el cuerpo. Además, los ejercicios de respiración que se practican en el yoga pueden ayudar a mitigar el dolor. A medida que exhalas, los músculos tienden a relajarse; alargando el tiempo de exhalación, puedes inducir una mayor relajación y disminuir la tensión. Mantener la conciencia de tu respiración también ayuda a lograr una respiración más tranquila y controlada, favoreciendo la relajación y el manejo del dolor.
¿Qué hacer para empezar?
Antes de comenzar a practicar yoga, es fundamental descartar posibles causas graves del dolor de espalda. Consulta a tu médico de atención primaria y discute tus preocupaciones; él o ella te orientará sobre cómo investigar la causa de tu dolor y si es seguro para ti practicar yoga como parte de tu recuperación.
Trata cualquier lesión con cuidado. Cuando sientes mucho dolor, los tejidos suelen estar inflamados, así que es esencial proceder a un ritmo lento. Evitarás más dolor si no intentas mejorar tu fuerza o flexibilidad demasiado pronto.
Buscar un maestro de yoga experimentado es crucial. Un terapeuta de yoga podrá diseñar un programa adaptado a tus necesidades y limitaciones, especialmente en relación con tu lesión o condición médica. Ellos observarán tu forma y práctica, y monitorizarán cómo respondes a los ejercicios, determinando qué elementos pueden ser útiles y si se requieren modificaciones.
Consejos adicionales para una práctica segura
Los estudios han demostrado que el reposo en cama estricto puede ser más perjudicial que beneficioso. Así que, tan pronto como sientas dolor, intenta practicar ejercicios de respiración y realizar posturas suaves.
Evita los ejercicios abdominales que puedan incrementar la tensión en los flexores de la cadera y potencialmente agravar los problemas de espalda. En el yoga, el enfoque debe ser identificar qué músculos necesitan fortalecerse y cuáles deben estirarse, diseñando un programa que aborde estas necesidades específicas.
También es esencial evitar posiciones que puedan empeorar tu condición. Si tienes un problema de disco lumbar, sé cauteloso con las inclinaciones hacia adelante, especialmente aquellas que incluyen giros. Durante las transiciones, mantén la atención; evita movimientos bruscos y, siempre que sea posible, camina en lugar de saltar.
Por último, asegúrate de consultar a tu médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, incluido el yoga, y si recibes luz verde, asegúrate de recibir la formación adecuada de un instructor de yoga calificado.