¿Cómo puede la mala compañía corromper el buen carácter?
En 1 Corintios 15:33, Pablo escribió: ‘No se extravíen: las malas compañías corrompen el buen carácter’. Esta declaración debería servirte como guía a la hora de seleccionar a tus compañeros de vida. La influencia de las personas a tu alrededor es poderosa y puede moldear tu forma de hablar, actuar y pensar.
¿Cómo influyen las personas en nuestro desarrollo personal?
Al igual que tu familia ha influido en tu crecimiento, las personas con las que eliges convivir también tendrán un impacto significativo en tu vida. Esta es una gran noticia si eliges compañeros que te inspiren y ayuden a crecer. Proverbios 27:17 dice que ‘Como el hierro afila el hierro, así un hombre afila a otro’. En un ambiente positivo, puedes esperar un crecimiento mutuo y enriquecedor.
¿Qué sucede si eliges malas compañías?
Sin embargo, la influencia de tus compañeros también puede tener un efecto negativo en tu carácter. En lugar de ser afilado y pulido, puedes ver cómo tu carácter se va desgastando lentamente. Lo peor de todo es que estos cambios pueden suceder de manera tan gradual que ni siquiera te des cuenta de que estás cambiando para mal.
¿Cómo evitar las malas compañías?
Entonces, ¿cómo puedes evitar las malas influencias en tus nuevos compañeros de habitación o convivencia? Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones:
- Elige personas que conozcas: Opta por convivir con personas a las que ya has tenido la oportunidad de conocer durante un tiempo. Esto te ayudará a tener una idea clara de su carácter y valores.
- Pasa tiempo en diferentes situaciones: Observa cómo reaccionan y actúan en diversas circunstancias. ¿Hay algo cuestionable en sus creencias o actividades?
- Pide opiniones: Consulta con amigos en común que puedan ofrecerte una perspectiva diferente sobre la persona con la que consideras convivir.
¿Qué hacer si no conoces a tu compañero de habitación?
¿Qué sucede si no tienes la oportunidad de elegir a alguien que conoces y debes convivir con un desconocido? Esto es común al mudarte a un dormitorio en la universidad. En este caso, es fundamental que confíes en que Dios te proporcionará un compañero que sea una buena influencia. Antes de mudarte, considera tener algunas conversaciones con tu futuro compañero de habitación para establecer un marco sobre cómo será la convivencia.
¿Cómo establecer límites y expectativas?
Es importante comunicar tus límites. Puedes hacerle saber a tu compañero que no te gustan las drogas, el consumo excesivo de alcohol o las fiestas. No se trata de ser extremista; simplemente expresa tus preferencias y el compañero de cuarto lo entenderá.
¿Qué hacer si te encuentras en una mala situación?
Si te encuentras en una situación donde tu compañero de habitación no es una buena influencia, busca apoyo fuera de tu dormitorio. Unirse a una iglesia cercana o un grupo en el campus puede ofrecerte un espacio donde puedas rodearte de personas que te ayuden a mantenerte en el camino correcto. La conexión con otros puede ofrecerte el apoyo emocional y espiritual que necesitas.
¿Es posible convertir a un compañero de habitación en una buena compañía?
A través de estos nuevos vínculos, incluso podrías tener la oportunidad de influir positivamente en tu compañero de habitación. Las buenas compañías son contagiosas, y a veces una sola persona puede hacer una gran diferencia en la vida de otra.
Conclusión: ¿Por qué es crucial elegir bien a nuestros compañeros?
La compañía que elegimos puede tener un impacto profundo en nuestro carácter y en cómo vivimos nuestras vidas. Es fundamental ser conscientes de las personas que nos rodean y de cómo su influencia puede moldearnos. Así que recuerda, al elegir a tus compañeros, opta por aquellos que te desafíen a ser mejor y que compartan valores y objetivos positivos. Al final del día, las buenas compañías pueden ayudarte a pulir tu carácter y a crecer en tu camino personal y espiritual.